Descubren la galaxia más lejana y antigua del Universo


Por Boffa Solange
Un equipo de investigadores del Observatorio de París descubrió la galaxia UDFy-38135539, que podría ser la galaxia más lejana y antigua del Universo. El 22 de septiembre, astrónomos del Observatorio Paranal difundieron nuevas imágenes de la galaxia espiral NGC 1365, considerada un laboratorio ideal en los estudios de Astronomía.


La galaxia UDFy-38135539 se remonta a la juventud del Universo cuando apenas tenía 600 millones de años. Su luz tarda 13 mil millones de años en llegar a la Tierra, por lo que es muy tenue, indicó el autor central del trabajo Matthew Lehnert a la revista Nature.

Las observaciones de UDFy-38135539 son las primeras de una galaxia cuya luz se abre paso entre la opaca niebla de hidrógeno. Antes se supuso su presencia lejana por datos obtenidos con ayuda del telescopio Hubble y se confirmó su existencia con ayuda del Very Large Telescope que se encuentra en Paranal, Chile.
Durante esta investigación fueron analizadas las señales luminosas de hidrógeno con el propósito de determinar mejor su antigüedad. La luz que emiten las primeras galaxias era absorbida por la nube de hidrogeno existente en el cosmos después del Big Bang, momento en que nació el Universo.
Aunque la medición de lo que puede ser la galaxia más lejana resulta emocionante, lo más importante es la seguridad de lo que puede ser una de las galaxias que "despejó la niebla que llenaba el Universo temprano", afirmó Nicole Nesvadba, del Instituto de Astrofísica Espacial de la Universidad de París-Sur, Francia.
El 22 de septiembre, astrónomos del Observatorio Paranal hicieron públicas nuevas imágenes de la galaxia espiral NGC 1365, situada a 60 millones de años luz de la Tierra, conocida como la Gran Galaxia Espiral Barrada por su centro de estrellas brillantes y sus definidos brazos exteriores.
La NGC 1365 es considerada un laboratorio ideal en los estudios de Astronomía. De acuerdo con los especialistas, dos tercios de las galaxias espirales son barradas, conclusión que al cotejarse con observaciones recientes hace pensar que también la Vía Láctea puede ser clasificada del mismo modo. La revelación corrió a cuenta de expertos del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), institución presente en tres lugares de observación de la nación suramericana.
La energía liberada por la formación de estrellas en los inicios del Universo dio lugar a las galaxias espirales o de disco, revelaron astrónomos de la Universidad australiana de Swinburne, quienes basaron sus conclusiones en la observación de turbulencias similares a las de galaxias de disco ricas en gas.
Investigaciones recientes mostraron que dos tercios de las galaxias existentes en los orígenes del Universo eran discos masivos y giratorios en los que la velocidad del gas tenía una alta variabilidad y dispersión, superior en comparación con las de espirales de las galaxias actuales.
Para los científicos constituía una incógnita qué formaba esas perturbaciones y si los procesos existentes en la cinemática de las galaxias de disco iniciales eran diferentes al de las actuales. Mediante una comparación entre las galaxias más cercanas y lejanas el equipo australiano encontró 11 discos con una velocidad de dispersión que puede compararse con los que datan de los orígenes del Universo.
Otro hallazgo es que en esas galaxias las velocidades de dispersión son correlativas a los ratios de formación de estrellas, lo cual hace suponer que tanto en las actuales como en las más antiguas la energía que se libera por el nacimiento de estrellas da origen a las turbulencias en las galaxias de espiral.
Las galaxias jóvenes pudieron absorber el gas frío de helio e hidrógeno en el Universo primitivo, materia útil para que se formaran nuevas estrellas. En los primeros mil millones de años del Universo, las galaxias más pequeñas que las actuales aspiraron esos gases fríos, una teoría que se apoya en la observación de galaxias lejanas con ayuda del Very Large Telescope.
La observación del centro de las tres galaxias seleccionadas reveló que su centro contenía elementos atómicos menos pesados en comparación con otras, pese a formar estrellas de forma vigorosa, descubrieron investigadores del Osservatorio Astrofisico di Arcetri, próximo a Florencia, Italia, y del Instituto Max Planck de Astronomía, en Alemania.
"Los nuevos resultados del VLT son la primera prueba directa de que la acreción de gas ocurrió realmente en galaxias primitivas y que alcanzó para estimular una fuerte formación de estrellas y el crecimiento de galaxias masivas en el Universo joven", indicó el autor principal del estudio, Giovanni Cresci.
El centro de las galaxias próximas a la Vía Láctea tiene elementos más pesados en comparación con las observadas a dos mil millones de años luz después del Big Bang.

El Hubble capta el nacimiento de una estrella

Una imagen de la fase inicial de una estrella fue captada por el telescopio espacial Hubble en la constelación de Hércules, a unos seis mil 500 años luz de distancia, en la nebulosa planetaria NGC 6210, donde también está ubicada una estrella menos masiva que nuestro Sol, que se encuentra en la última etapa de su ciclo vital.
La nueva imagen del Hubble muestra la parte interna de la nebulosa planetaria y la estrella central rodeada por una fina burbuja azul con una estructura filamentosa delicada. Compuestas por gas y polvo expulsado por las estrellas en la etapa final de su vida, las nebulosas planetarias pueden ser vistas alrededor de cuerpos espaciales parecidos al Sol.
El tiempo de vida de una estrella similar al Sol se estima en unos 10 mil millones de años. Cuando está a punto de morir es inestable y expulsa sus capas exteriores, para la posterior formación de las denominadas enanas blancas.
Para la comunidad científica, la resolución del Hubble duplica la del mejor instrumento instalado en Tierra, capaz de observar con claridad un volumen de espacio mil veces mayor que otros telescopios.

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